Si el yo superior ejerce su influencia sobre la personalidad, ésta tiene
mayor facilidad para el perdón y para el servicio impersonal. La
personalidad comienza a comprender las cosas más allá de las
apariencias, a no pronunciar palabras innecesarias, a colaborar con las
energías de cura, a trabajar sin esperar recompensas y sin crear
expectativas, a perder la ilusión de las fronteras, de las
nacionalidades y del partidismo, a percibir la vibración sobrenatural
que emana de un servicio transparente realizado según la ley espiritual.
Trigueirinho
No hay comentarios:
Publicar un comentario