sábado, 25 de febrero de 2012

PURIFÍCATE CONSTANTEMENTE

Purificarse constantemente significa que serás asediado día a día y hora a hora por la percepción del ego y sus rasgos, urgencias y deseos. La mente no te dejará incorporar un nuevo concepto. Puedes entender un concepto como “Tu palabra es Ley” en tres segundos. Es fácil agarrarlo intelectualmente, pero es mucho más duro que se convierta en parte de tus sentimientos, como parte real de tu vida.

Por tanto, en “Purifícate constantemente” estás siendo vigilante momento a momento contra la negatividad y el poder destructivo del ego. Sé cuidadoso con lo que dices y no expreses energía negativa cuando hables. Vigila y purifica tus pensamientos. Cuando te sientes loco, retírate y relájate. Tómate un momento para estar en la naturaleza. Tómate tiempo para estar solo. Analiza tus emociones y llega a la raíz de los problemas tan rápido como sea posible. Es especialmente importante evitar la ira, porque tiene el efecto de una bomba nuclear sobre tu estructura sutil. Puede mantenerte atrasado si no la abortas rápidamente.
Toda la ira viene de la pérdida. No hay ninguna otra clase de ira. Así que cuando estés enfadado, mejor que experimentar esa emoción y destruir tu energía, di: “Eh, espera un minuto, necesito purificarme y guardar mi energía”.

Pregúntate “¿Qué he perdido?”. Puedes haber perdido algo tangible, como tu coche, o algo menos tangible, como una oportunidad, un trabajo, una amistad. Tal vez has perdido energía o seguridad o estatus, o tal vez has abandonado un ritmo atonta-mentes y el ego se resiste. Observa lo que has perdido y acepta la pérdida. Si es tu gusto, puedes poner en marcha un plan para recuperar lo que has perdido pero, generalmente hablando, cuando las cosas desaparecen de tu vida, es evidente que la ley universal te está liberando de tu lastre. La mayoría de lo que pierdes, no merece la pena perseguirlo después.
Para purificarte necesitas pasar tiempo contigo, yendo a través de tus emociones, comprendiéndolas.
La pureza es permanecer dentro de tu energía, conservándola y guardándola.
En los entrenamientos espirituales que desarrollo en las montañas de Nuevo México, nos levantamos a las 4 de la mañana y practicamos artes marciales. No lo hacemos para atacar ni herir a nadie. Sólo aprendemos a resonar con una energía más fuerte y a desarrollar la confianza, así como la salud y el bienestar físico. Es como los Shaolin de China, un grupo religioso taoísta que tenía las artes marciales como parte de su cultura. Las artes marciales te ayudan a sentirte fuerte y capaz. Si resuenas con una actitud poderosa, nunca serás una víctima. Los depredadores atacan a la gente débil, no a los tipos fuertes y silenciosos.
Purificarte a ti mismo también significa que estarás constantemente vigilante. No vas a meterte en sitios donde tu energía será malgastada o donde hay algo degradante, donde pasa algo que no es parte de las ideas espirituales y nobles que quieres para ti ahora. Si tus amigos son personas desagradables y de poca honestidad, no los juzgues, libéralos y vete. El mundo está lleno de gente honorable que es divertida e inspiradora, y que ronda por ahí.
Selecciona siempre la energía más elevada, el lugar más fuerte.
Cuanto más rápido va tu energía, más satisfactoria es tu experiencia en esta vida y más profunda tu consciencia. Pero también hay una mayor posibilidad de caer desde gran altura.
Hace algún tiempo, probablemente hace mucho, tomaste la heroica determinación de evolucionar espiritualmente. La razón de que tomaras esta decisión fue porque acababas la energía de donde te encontrabas. Es casi como si, en alguna dimensión sagrada, hay un rollo místico con tu nombre escrito en él que dice “Destinado a evolucionar desde el plano terrestre” Si ese es tu destino, ¿por qué merodear por caminos laterales? Purifícate, camina despacio, y observa tu vida. Y no permitas que nadie malogre este viaje.

Stuart Wilde

Edite un capitulo 17 del libro de Stuart Wilde "33 pasos para reclamar tu poder interior"...
Espero les haya gustado y sirva en este arduo camino. Los amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario